domingo, 18 de noviembre de 2012

El ultimo adiós



Recuerdo el último día que vi tus ojos. Esos ojos verdes.
Jueves 09 de Agosto de 2012.
Preparaba una maleta eran alrededor de las siente de la noche. Al otro día iré de viaje a Hidalgo con Cristian. Sonó el celular, conteste sin pensar, escuche la voz de jancarlo, dijo: ¿Qué si iremos al cine?, ¿o ya te rajaste? . Le dije que no podía. Me asome a la calle, estaba fuera de mi casa. Salí, platicamos por un gran rato cuando vi el reloj ya eran las 2 de la madrugada. Lo invite a pasar. No había nadie en casa. Pasamos directamente a la cama. Solo nos acorrucamos. Al sentir nuestro calor nos quedamos tiernamente dormidos.
 
Viernes 10 de Agosto de 2012
Nos despertamos alrededor de las ocho de la mañana. Prendí la estufa y puse a calentar agua para tomar café. Lo deje viendo la televisión en lo que yo me bañaba. Al terminar de bañarme, hice un mal intento en arreglarme. Cuando eché un vistazo a ver que hacia él, me encontré una grata sorpresa estaba cocinando. Desayunamos juntos. Me fue a dejar donde sería el encuentro con Cristian. Al llegara ahí solo me dio un beso en la frente y me dijo al oído: Dios te bendiga mi morena linda, te voy a extrañar. Nunca creí que eso era lo último que escucharía salir de su boca.

Sábado 11 de Agosto de 2012
No me fui de viaje por que la estúpida camioneta no circulaba el viernes. Hice berrinche y no quise ir. Invite a Cristian a quedarse en casa. A un no había nadie. Pasaríamos todo el día juntos. Salimos al mercado a comprar las cosas de la comida y la cena.  No pasaba nada relevante. Besos, caricias. Llego la noche y decidimos pedir pizza. El reloj marcaba las diez de la noche yo ya quería dormir. Antes de poner un pie en mi cuarto sonó el timbre de mi casa, asome la cabeza por la ventana era Omar. Me pidió que bajara de prisa. Así lo hice. Me pregunto por la 9mm. Le dije que tenia tiempo que no la cargaba que me esperara. Revise la guantera de mi carro ahí estaba  se la preste sin  saber para que era.

Domingo 12 de Agosto de 2012
Una de la madrugada. Se escuchaban gritos de desesperación a lo lejos. Conocí la voz era Omar, gritaba: Se lo llevaron, mi hermano se lo llevaron, mi hermano. Salí  con un short le pregunte que había pasado. Sin poder pronunciar mucho me dijo jancarlo se lo llevaron. A decir verdad lo demás es una historia sumamente dramática. No me gusta contar que paso después, ya que no me siento orgullosa de lo que hice. Pero algo que afirmo es que no me arrepiento.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Recuerdo.



 Es muy curioso. Hoy cuando me levantaba recordé el como aprendí muchas cosas de Janca.
Era el primer domingo del mes de noviembre del 2011. Salí a barrer la banqueta de mi casa.
Estaba desvelada, cruda y con unas ganas tremendas de vomitar.
Mire hacia arriba. El cielo era azul, un azul majestuoso, cuando de repente me tocan la espalda, era Janca; traía una bufanda blanca enrollada en la cabeza, la bufanda estaba llena de sangre.
 Da la casualidad que yo sabia el porqué de la sangre.
 Es una historia sumamente graciosa…

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La noche anterior salimos, estábamos en una reunión. Todo iba bien, unos tomando otros manoseándose, en fin yo solo estaba parada, con una cerveza en la mano.
Cómo de costumbre no falta el niño problemático que empieza a pelear. Yo sin moverme, no quise ir a ver quien era el revoltoso, fue entonces cuándo Jessica llego, tiro de mi mano y hasta la cerveza derrame. No se veía mucho. Lo único que logre ver fue que jancarlo tomo una pala y le pego a un chavo, es lógico que lo descalabro, de un momento a otro le arrebataron la pala y con esa misma le dieron en la frente.
Fue algo que debió grabarse, para que vieran que lo que paso después no solo pasa en las caricaturas. Después de tremendo palazo Jancarlo, arrebató la pala y con esa le dio al otro chico. Ya después de ver lo que paso, me retire a mi casa con Jesii.
Veníamos caminando, eran las 2 de la mañana del domingo. Omar, uno de los gemelos, nos alcanzó para pedirnos dinero. Cómo es mi costumbre lo mande al carajo. Seguimos caminando. Omar se fue…
Yo me quede tirada en una banqueta, andaba medio peda e iba fumando marihuana. Después de cierto cuanto tiempo me levante y seguimos caminando, al llegar a la esquina de mi casa me percate que no estaba la camioneta de mi papa, eso me hizo pensar que no estaba y por consiguiente mi madre tampoco.
Abrí la puerta  como pude, llegando a mi cuarto Jesiica se acomodó en mi cama, yo la seguí y nos quedamos dormidas.

Ahora que ya saben el porqué de la bufanda llena de sangre, espero sean felices.



domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Y luego?



No sé que escribir. ¿Saben? Hoy en día no tengo ánimos de nada. Siento que mi vida ya no vale la pena, pues nunca olvidaré muchas cosas que han ocurrido en  ella. Esas malditas cosas que cada día ocasionan que despierte sin ganas.
Yo sé, que, el no querer aceptar la realidad, es como ir en contra del tiempo. Pero quién va a olvidar, una muerte.  Más cuando tú viste morir a esa persona. Es trágico ver como le arrebatan la vida. Y todo porque sabes que al momento no pudiste hacer nada. El dolor, la desesperación y esa puta impotencia me afligen.
Pero en fin… Ustedes leen esto forzosamente. No  hayo la razón para contar algo, a lo que tal vez no le prestarán atención. Pero ¿saben? Es bien curioso, por que tengo que escribir 400 desgraciadas palabras.
Nunca me ah gustado escribir acerca de lo que pasa en mi vida. Tampoco se lo digo a nadie. Y mucho menos a esas mejores amigas, que  a la larga, te dan una patada por el cu…
El único amigo que tenía, se murió. Y después de ello, dicen que soy muy fría. Cuando preguntan por la foto en mi cartera, les respondo: así es mi amigo, muerto. ¿Qué quieren que les diga?  Él, se llamaba Jancarlo, lo consideraba el  mejor, casi mi hermano. Fuimos novios, y desgraciadamente se nos adelanto. ¿Se nos adelanto?, ¿a que? Es el ciclo de la vida. Se murió.
 Sé que teníamos que guardar el borrego dentro de la caja. Pero, es lo que siento hoy, esta, soy yo. Nunca eh aprendido a leer siguiendo instrucciones. Estoy medio bruta, soy distraída pero no bipolar, por que eso es una enfermedad. Yo, tengo desordenes de personalidad. Me desespero fácilmente, grito de impotencia. Pero, cuando tengo razones para estar feliz, me da por reírme de todo y me gusta darle un puñetazo en el brazo a mi amiga Vanessa, en señal de cariño, puesto que es muy buena onda. Nunca me ah mandado al carajo y es que  me tiene mucha paciencia, además, es mi socia. Se las recomiendo como amiga.
Bueno les hablaba de mí. También me gusta decir Guapeton. Me gustan muchas cosas, tal vez no las mismas que le gustan al resto de los chavos. Admito, que últimamente eh tenido muchas ganas de fumar marihuana. Que tiene mucho que no tengo una noche de pasión.  Que me han corrido de mi casa, pero no me voy. Que lloro a diario, pero nunca donde me vean.

Y ya, la siguiente semana les contaré lo que pasó, después de tener sexo con Jancarlo.


lunes, 29 de octubre de 2012

Janca


Fue así como, me percate de que… él no era precisamente como un hermano para mi, si no que...

Yo no sabía que diantres era para mi, lo único que sabia es que era el. El único que me despierta la pasión más baja. Y saber que hacia 15 años que lo conocía, y nunca había aprovechado todo eso. ¡Que tonta!

La siguiente cita, es absurdo decir cita... Ya que; siempre salíamos, Tomábamos helado, Vimos cientos de películas, Nos veíamos diario. Como si  fuéramos novios y hasta esta mendiga primera cita vengo a enterarme, que nos comportábamos como novios, ¡carajo! …Pero que sorpresa.

Ese día salimos, fue tan... Tan... Tan estúpido lo que hice. Ambos sabíamos que no éramos novios. Pero no se exactamente que paso por mi diminuto cerebro de gusano en ese momento, pero en ese momento sentí una sensación así como... Celos…Me dije: ¿acaso eres estúpida? si antes de todo esto yo le presentaba a las chicas guapetonas.

Después de tragarme los celos. Nos dirigimos a comer, entre risas, de las que solo él tiene. Enamoran. Besos que no solo daban ternura, si no que provocan cierta excitación. Se dio algo... Si ese algo que no puedes pronunciar sin que te señalen de una persona impura. Relaciones sexuales. O como se escucha más bonito hacer el amor. Es, fue y será, la experiencia que no se olvida.

La sensación que tenia al sentirlo dentro de mi, fue una experiencia que no olvidare jamás.

A pesar de todas las buenas sensaciones que tenia. Precisamente en ese momento recordé algo. ¡Upz!. El saber que le decía a mi novio “te amo”. El entregarme así, tal vez por una aventura cualquiera. ¿No, no, no? O ¿si?. No se… pero hasta ahora no me siento mal por eso, si el placer, siempre vale la pena.

Además la culpa la tenia el, quien lo manda. A andarme sonriendo, si no se va a casar con migo. Que acaso no notaba que, me apendeja; Con sus ojos soñadores que me hacían soñar, sus labios carnosos y llenos de pasión. Sus manos siempre frías que estremecían mi cuerpo. Ese no sé que, que lograba la infidelidad.

En fin si sigo con recordando, todos esos días junto a él, llorare.

 Y pensar que aquellos días mis suspiros eran de alegría. Que me alegraba y llenaba de paz el solo escuchar su voz, tras el teléfono.

domingo, 21 de octubre de 2012

Esa tibia noche de octubre, ese aroma que desprendía me hacía pensar que algo andaba mal.



Recuerdo que mis labios comenzaron a jugar con los suyos, sin importar el dónde ni el cuándo. La luna nos hacía parte de ella, expectante, surrealista...

En un pequeño instante, como si fuese el golpeteo de mi cráneo contra la pared, llegó a mi algo: ¡Oh dios!.
Compartía momentos y sensaciones, con alguien que ni siquiera era parte de mí. Pero, ¿Me habría de importar?. Lo dudo.
Sonó el timbre de mi teléfono: era él, mi novio. Despreocupada conteste. Le comenté los hechos. Lo mantuve al tanto de mí; como suele ser costumbre para los dos. Él, como siempre, risueño y encantador. Pero creo que olvidé decirle algo... Que me había besado con mi mejor amigo.

Sus caricias me envolvían en un mundo que si no fuese gracias a él, jamás habría conocido. Toqué su torso y sus manos. Pensé que me faltaría todo una vida para recorrer y descubrir ese cuerpo junto al mío. Esa noche la pasamos juntos: mirándonos y descubriéndonos. Cada vez que veía sus ojos, me veía a mí: a mí, dentro de él.

En cierto momento me sentí vacía. Estaba construyendo una felicidad naciente de una infidelidad. Le dije que se marchara y olvidáramos lo que había sucedido. Esa noche no pude dormir. No sé si fue la emoción de haber estado con él, y besarle por primera vez después de 15 años de silencio.
Al día siguiente llamó, preguntándome si podíamos vernos. Claro,  mientras yo estaba cayendo en su seducción. Sin pensarlo dije que si.
Me atraía ese pequeño ruido que hacía al caminar. Como el viento jugaba con su cabello. Esa tez morena junto a la mía.

En algún momento pensé en contarle, decirle todo lo que tenía, para otorgárselo a él; a nadie más.

Sin darme cuenta, siendo mi amigo, oh ¿no?. Yo me estaba enamorando. ¡Eso no podía ser!...
Decidí dejar esto al futuro, dicen que suele ser mejor.
No trato de engañar a nadie, ni de ocultar nada. Simplemente se siente, así, como levantarte un día y ver que...

Lo amaba, lo supe al tocarlo que lo amaba. Debía hacerle comprender que mi amor era real, aunque las apariencias me desmintieran.

¿Es curioso no? Lo que llegamos hacer por amor...

Pero no estaba tan segura, de que lo fuera. De cualquier forma es una buena ocasión para pensar. O para equivócame, y marcar mi vida. Con un cruel error.


jueves, 18 de octubre de 2012

Un día después solo quiero despedirme, dejar todo atrás, y dar paso firme.


            
Discúlpame por tantas cosas, que llore, pero tu adiós me destroza. Siento que camino sobre la vía dolorosa. Aunque pase el tiempo no te olvidaré. Quien diría que la última vez que te vi, sería eso; la última vez. Pero sabes que nunca te voy a despedir. No te vas, porque te quedas en el corazón de hermanos y familiares.

Tal vez las personas saben el día en el que nacen, pero nadie sabe el día que morirá, La noche en que te fuiste, te perdí y también mi fe. Recuerdo con amargura el día en el que me llegó la noticia, ¡esa maldita noche!.

A un recuerdo cuando me decías “El día que yo me muera, quiero que estés conmigo, no llores que yo solo me adelantaré”. Esa frase que día con día está en mi cabeza, ese peso en la conciencia de no haber cumplido mi promesa. El saber que te fallé, que no cumplí me deja sin palabras; me aparto de todos, escucho música y solo pienso. Cuándo te vi en el tu sepelio sentí mucho dolor: tantas malditas flores que solo pesan en mi memoria. No las odio pero no me agradan. Solo pido a un Dios que vengas solo un momento.

Quiero agradecerte por lo mucho que me enseñaste: qué el infierno está en este mismo suelo, que debes  amar a tu enemigo como a tu hermano, que es de cobardes huir ante un problema. Tantas y tantas cosas que aprendí de ti… Pero ¿sabes? nadie sabe lo que sentía. Nunca encuentro las palabras.

Hoy en día lo escribo. El tiempo sigue corriendo y nunca parará. La vida pasa y  a  todos nos pasará.

A veces siento temor y pierdo el control, porque sé que ya no aparecerás, que no regresarás, pero confía en mí como yo misma confié en ti. No te voy a defraudar y, ésa promesa que hice cuando tenías vida, la cumpliré. Tú me ensañaste a no temerle a ningún hombre en la tierra, tú me cuidas desde el cielo. Esto que expreso es de corazón. Se fue tú cuerpo pero tú en mi recuerdo quedarás. Hay que alzar la vista y mirar de frente. Yo soy el camino yo decido por dónde seguir.