lunes, 29 de octubre de 2012

Janca


Fue así como, me percate de que… él no era precisamente como un hermano para mi, si no que...

Yo no sabía que diantres era para mi, lo único que sabia es que era el. El único que me despierta la pasión más baja. Y saber que hacia 15 años que lo conocía, y nunca había aprovechado todo eso. ¡Que tonta!

La siguiente cita, es absurdo decir cita... Ya que; siempre salíamos, Tomábamos helado, Vimos cientos de películas, Nos veíamos diario. Como si  fuéramos novios y hasta esta mendiga primera cita vengo a enterarme, que nos comportábamos como novios, ¡carajo! …Pero que sorpresa.

Ese día salimos, fue tan... Tan... Tan estúpido lo que hice. Ambos sabíamos que no éramos novios. Pero no se exactamente que paso por mi diminuto cerebro de gusano en ese momento, pero en ese momento sentí una sensación así como... Celos…Me dije: ¿acaso eres estúpida? si antes de todo esto yo le presentaba a las chicas guapetonas.

Después de tragarme los celos. Nos dirigimos a comer, entre risas, de las que solo él tiene. Enamoran. Besos que no solo daban ternura, si no que provocan cierta excitación. Se dio algo... Si ese algo que no puedes pronunciar sin que te señalen de una persona impura. Relaciones sexuales. O como se escucha más bonito hacer el amor. Es, fue y será, la experiencia que no se olvida.

La sensación que tenia al sentirlo dentro de mi, fue una experiencia que no olvidare jamás.

A pesar de todas las buenas sensaciones que tenia. Precisamente en ese momento recordé algo. ¡Upz!. El saber que le decía a mi novio “te amo”. El entregarme así, tal vez por una aventura cualquiera. ¿No, no, no? O ¿si?. No se… pero hasta ahora no me siento mal por eso, si el placer, siempre vale la pena.

Además la culpa la tenia el, quien lo manda. A andarme sonriendo, si no se va a casar con migo. Que acaso no notaba que, me apendeja; Con sus ojos soñadores que me hacían soñar, sus labios carnosos y llenos de pasión. Sus manos siempre frías que estremecían mi cuerpo. Ese no sé que, que lograba la infidelidad.

En fin si sigo con recordando, todos esos días junto a él, llorare.

 Y pensar que aquellos días mis suspiros eran de alegría. Que me alegraba y llenaba de paz el solo escuchar su voz, tras el teléfono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario